Expertos y protectores del ambiente saben que autos eléctricos son el futuro del transporte mundial, pero en México se avanza lentamente en esta materia.
De acuerdo a la revista Forbes, mientras Noruega, Francia, Reino Unido, incluso India y China han prometido erradicar el uso de vehículos que empleen combustibles fósiles hacia 2030, el gobierno mexicano planea que 90% de los autos mexicanos sean eléctricos hasta 2050.
Aunque en nuestra nación se han concentrado esfuerzos en ser sustentables, tres problemas han retrasado el boom de los autos eléctricos:
Uno de los problemas más importante es la falta de infraestructura. Ante un país muy grande, se necesitan cargas mayores para los automóviles, sin embargo, la Comisión Federal de Electricidad (CFE) ha instalado cerca de 900 puntos de carga en nuestro país, según Jaime Hernández, director general de la empresa productiva del Estado. El problema es que se concentran mayoritariamente en zonas metropolitanas.
Incluso algunos del los gigantes petroleros, como Shell y Total, han prometido instalar cargadores eléctricos en un intento por adaptarse al cambio de paradigma, pero hasta el momento, sus dichos siguen en la zona de promesas.
Un camino para detonar esta tendencia, según el directivo mexicano, es que haya incentivos como programas de hoy no circula para autos convencionales, así como impuestos que inhiban el consumo de vehículos de combustible fósil.
“Esto motiva que haya adquisiciones eléctricas. La otra parte es infraestructura. Poder asegurar que puedas cargar los vehículos de manera eficiente”, concluye Jaime Hernández. Este panorama indica que tendremos que esperar un poco más para que como país podamos incluirnos en esta estrategia para el cuidado del medio ambiente.